La leche de yegua es un producto único que se obtiene ordeñando una yegua a mano o mediante una máquina de ordeño adaptada a la ubre de la yegua. La leche de yegua fresca está cruda y no pasteurizada. Como resultado, conserva su valor nutricional y contiene muchos nutrientes esenciales.
Si prefieres beber leche de yegua en lugar de tomar cápsulas de leche de yegua, la cantidad diaria recomendada es de 250 ml al día. Puedes beber leche de yegua pura, pero es posible diluirla con almíbar, cacao, azúcar o hacer papilla. Tenga en cuenta que la leche de yegua nunca debe calentarse a más de 37 °C.
La leche de yegua fresca sin pasteurizar se puede almacenar fresca durante tres días. Es por eso que la leche de yegua se congela o se seca inmediatamente hasta convertirla en polvo para conservar los muchos nutrientes esenciales que contiene. La leche congelada se conserva durante seis meses a -18 °C. Si está congelada, la leche debe descongelarse en el frigorífico. Después de descongelar la leche no se debe volver a congelar.
Se recomienda no beber leche de yegua cruda (sin pasteurizar) durante el embarazo.
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